jueves, 23 de agosto de 2018

MENTIRAS Y BULOS SOBRE LAS PENSIONES...Que no os engañen...



              



-NOS INTENTAN ENGAÑAR...PERO NO LO CONSIGUEN -

-Los medios de comunicación, sus tertulianos, los partidos políticos sobre todo los neo liberales no paran de argumentar excusas (Que si hay muchas personas mayores, que si es donde mas altas se pagan las pensiones, etc. etc. etc.) en contra del Sistema Público de Pensiones, su sostenibilidad y su "Revalorización Anual"

Los datos (que raramente verán, oirán o leerán en los mayores medios de comunicación) muestran la gran falsedad de cada uno de estos argumentos
Veamos los datos.
1º- La sociedad española no es ni la más envejecida de Europa ni del mundo.
En realidad, según Eurostat, la agencia de datos de la UE, el porcentaje de la población anciana (personas con más de 65 años de edad) es prácticamente la misma en España (19%) que el promedio de los países de la UE-15 (19,03%) y ligeramente inferior a la de la UE-28 (19,4%). No es cierto, por lo tanto, que España sea uno de los países con “más viejos” o “más abuelos”.
2º - El gasto en pensiones es más bajo en España que en el promedio de la UE-15 y la UE-28.
Y aun cuando el nivel de riqueza de España es mayor que el promedio de la UE-28, la renta de personas mayores de 65 años (medida en paridad de poder adquisitivo, es decir, ajustada a fin de que tengan la misma capacidad de compra, PPS) es más baja (17.792) que el promedio de la UE-28 (18.153). También el gasto en pensiones públicas para la vejez como porcentaje del PIB (que según el pensamiento económico neoliberal dominante en los mayores medios de comunicación del país, es de los más altos del mundo o de Europa) es más bajo (8%) que el promedio de la UE-15 (9,5%). Si además consideramos el total de las prestaciones públicas destinadas a la vejez (además de las pensiones) las rentas totales de los ancianos  de este país alcanzan solo el 63% de la media de la UE-15. No es cierto, por lo tanto, que las ayudas públicas a las personas mayores o que el gasto público en pensiones “sea de los más altos ni del mundo ni de Europa”.
3º -La pensión media es más baja que el promedio de la UE-15 o de la UE-28.
No es tampoco cierta la acusación que constantemente se hace por parte de economistas e instituciones neoliberales de que el pensionista español es el que recibe las pensiones más altas del mundo o de Europa, señalando que recibe como promedio el 82% del salario anterior a su jubilación. Solo aquellos trabajadores que comenzaron a trabajar a los 20 años, y cotizando a la Seguridad Social de una manera ininterrumpida y completa desde entonces, recibe esta cantidad en concepto de pensión de jubilación, lo cual representa un porcentaje menor de todos los jubilados (porcentaje que incluso está decreciendo debido al retraso de la juventud en su incorporación al mercado de trabajo, y la gran extensión de la precariedad entre los trabajadores). En realidad, el porcentaje que la pensión representa sobre el salario (consecuencia de las reformas del gobierno Rajoy en 2013) será un 48% según el informe The 2015 Aging Report de la Comisión Europea. Pero lo que tampoco se cita cuando se habla de la elevada tasa de reemplazo del salario por parte de la pensión es que los salarios son muy bajos en España. De ahí que el indicador más importante para medir la generosidad de un sistema de pensiones sea medir la cantidad de dinero público que el pensionista recibe. Y ahí podemos ver que esta cantidad (las pensiones púbicas) están entre las más bajas de la UE-15. En España, dos millones de personas reciben entre 600 y 646 euros al mes (unas cifras inferiores al salario mínimo interprofesional) y 4,5 millones menos de 1.000 euros al mes (véase el libro de Vicenç Navarro y Juan Torres, Lo que debes saber para que no te roben la pensión, publicado en 2013; y el artículo de Vicenç Navarro Las falsedades sobre la supuesta generosidad de las pensiones, publicado en PÚBLICO, 2 de febrero de 2017).


4º -La integración de los ancianos a la sociedad en España es menor y su aislamiento y soledad son mayores que en la mayoría de países de la UE.
Hay muchos indicadores que lo demuestran. La cultura y los medios de comunicación están orientados casi exclusivamente a la juventud y a la gente de mediana edad. La gran mayoría de personas que presentan las noticias o la previsión del tiempo, los programas y series de televisión, así como las tertulias, son personas jóvenes. Y si son mujeres, tienen que mostrar pecho y aparecer sexis, reflejando la cultura machista de los medios (y de la sociedad). Casi nunca aparecen personas de edad avanzada, por ejemplo, en los programas de noticias, en la presentación del tiempo o en las tertulias. Los ancianos son prácticamente invisibles en los medios, tanto como presentadores como sujetos de noticias (con la excepción del tema de las pensiones, que se presenta, por lo general, como el gran problema causado por el enorme número de viejos).

Las pensiones en España no son un derecho (como lo son en otros países), sino una obligación
Este aislamiento es incentivado por una ley, paradójicamente aprobada por el gobierno socialista presidido por Zapatero, que le prohíbe al pensionista que continúe trabajando, imponiéndole el Estado uno de los regímenes de jubilación más regresivos que existe hoy en Europa. La jubilación en España es una obligación más que un derecho, cuando debería ser (como lo es en muchos países) al revés: más un derecho que una obligación.  En EE.UU., por ejemplo, está prohibido jubilar a una persona obligatoriamente, y el profesorado, siempre y cuando reúna los criterios de productividad marcados por la institución, tiene el derecho de jubilarse cuando crea conveniente y necesario. En España tiene que ser a los 65 años, pasando de una gran actividad a ninguna en un solo día (el de su jubilación), lo cual afecta muy negativamente el estado emocional y psicológico del jubilado. Naturalmente que el mérito o demérito de la jubilación depende del trabajo que la persona realice antes de jubilarse. Para amplios sectores profesionales, cuyo trabajo es más intelectual que manual, este es una fuente de estímulo y placer, y que perciben la jubilación de una manera distinta a la de una persona cuyo trabajo no es necesariamente placentero o estimulante, que ve la jubilación como parte de su liberación. Tratar a los dos tipos de personas bajo el mismo criterio es profundamente injusto y debería cambiarse. No es justo, por ejemplo, que el personal de limpieza de la universidad, cuyo trabajo ofrece una posibilidad de gozo y creatividad muy limitada, se le obligue a trabajar dos años más (pasando su edad de jubilación de ser 65 a 67 años) para pagar la pensión de un catedrático que vivirá, como promedio, siete años más que la persona que trabaja en la limpieza de la universidad. Sería más lógico y razonable que el personal de limpieza no tuviera que jubilarse más tarde, como se ha hecho, facilitándole a la vez al catedrático que trabaje más si así lo desea, para contribuir en mayor grado a la Seguridad Social.
"Hay que repetir, por lo tanto, que la jubilación es un derecho y no una obligación. El hecho de que no se esté ni siquiera considerando un cambio es un indicador más de la falta de atención que se da a los problemas que se presentan a las personas mayores, tales como la jubilación, por interpretarse como cosa de viejos. Lo único de lo que se habla es que “no se puede pagar” y que “el sistema es insostenible”.
-Les garantizo, sin embargo, que es más que sostenibleEl gasto público social en España, que incluye los servicios públicos (como sanidad, educación, vivienda social, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, servicios sociales, entre otros) y las transferencias públicas (como las pensiones), es de los más bajos de la UE-15. 
-Una cantidad muy por debajo (unos 80.000 millones de euros menos) de lo que  debería gastarse España por el nivel de riqueza que tiene.
-El enorme poder que las fuerzas conservadoras (las derechas) han tenido en España durante su historia (y que conservan hasta hoy día) explica el enorme retraso social, del cual los grupos más afectados son también los grupos con menor poder y más vulnerables como los ancianos, los niñoss, las mujeres y los trabajadores





Prof. Vicenc Navarro






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